3 de enero, 2020

Hoy he soñado con una furgoneta sin cristales. Tenía miedo, porque no sabía dónde me iban a llevar, pero estaba en esa furgoneta por mi propio pie. Me acompañan dos personas.

Una de ellas va vestida de negro y puedo distinguir perfectamente el arma que lleva enfundada. La otra persona es igual que yo, exactamente igual. Hay algunas variaciones. Yo no soy ni tan rubio, ni tan blanco, ni tengo los ojos tan azules. Sus ojos son excesivamente azules.

Ahora que estoy despierto, me pregunto si era un lentillazo o si eran sus ojos de verdad. Lo que no me pregunto es por qué se parece tanto a mí. Es algo que tengo interiorizado, como si llevase tiempo estando conmigo. Creo que estaba también en aquél laboratorio con el que soñé hace unos días… lo que me obsesiona de este sueño es que, tanto en él como en el mundo real, siento avidez por respuestas. Necesito entender.